domingo, 28 de enero de 2018

Federico XXIX Aniversario Luctuoso

 
El 29 de Enero de 1989
Murió en la Ciudad de México Federico Cantú Garza
Este año recordamos su XXIX Aniversario Luctuoso
Con diferentes exposiciones que muestran su trayectoria Mural
Y su pintura y escultura de caballete

Federico y el IMSS
La Escultura de Caballete de Federico Cantú
El Indigenismo en los murales de Federico Cantú

Colección de Arte Cantú Y de Teresa

Fideicomiso Federico & Elsa

sábado, 27 de enero de 2018

Art Project Thanda



Art Project Thanda
Mellan den 23 januari och 2 februari visas en internationell grupputställning, Art Project Thanda, på Nybrogatan 32. Verken som visas är till salu och alla intäkter går oavkortat till välgörenhetsorganisationen Star for Life. 
År 2016 tog konstnär Johan Falkman med sig 17 internationella konstnärer till Intibane, ett forsknings-camp, del av Dan Olofssons Safari Lodge, Thanda, i Sydafrika.Där fick de inspireras av den afrikanska kulturen, människorna, djurlivet och naturen. Arbetet presenteras nu i en stor grupputställning med måleri, skulptur och fotografi. Alla intäkter går till Christin och Dan Olofssons välgörenhetsorganisation Star for Life. Organisationen hjälper sydafrikanska ungdomar med utbildning och hälsa.
Medverkande: Pedro Diego Alvarado, Mexico City, Korakrit Arunanondchai, Thailand/ New York, Johan Falkman, Malmö, Agustin Gonzalez Garcia, Mexiko City, Elizabeth de Jesus, Mexiko City, Janeric Johansson, Malmö, Colette Lumiere, Berlin/ New York, Alfredo Nieto Martinez, Mexiko City, Andreas Olofsson, Malmö, Eric Perez, Mexiko City, Omar Rodriguez-Graham, Mexiko City, Emanuel Röhss, Los Angeles/ Stockholm, Leslie Sardinias, New York/ Havanna, Lucas Silvner, Malmö, Camilla Thulin, Stockholm, Ian Tong, New York, Ike Ude, New York, Ben Noam Wolf, Los Angeles.
Dessutom fotografiska arbeten av: Björn Persson, Christian Sperka, Nima Gassemlo och Anders Jorulf.
En unik donation av familjen Cantu, barnbarn till den Mexikanske nationalmålaren och muralisten, Federico Cantu (1907-1989), visas också.

Utställningen visas vardagar, kl 10-18, fram till den 2 februari - Stockholms Auktionsverk, Nybrogatan 32 Stockholm. 





jueves, 18 de enero de 2018

FEDERICO CANTÚ
(Cadereyta, Nuevo León, 1907 - Ciudad de México, 1989)
 
Maternidad 

Grafica
Con el sello de B. Lewin Galleries, Beverly Hills, California en la parte inferior. 
Federico Cantú vendió el proyecto del grabado "Maternidad" como símbolo de la galería Bernard Lewin en Los Ángeles, es por eso que las impresiones de esta estampa ostentan la cenefa de la galería. 
47.5 x 33 cm 

Bernard Lewin fue ferviente promotor del arte Mexicano su galería en Beverly Hills expuso y vendió un sinnúmero de obras de la Escuela Mexicana, Chávez Morado, Rufino Tamayo, Guerrero Galván, Federico Cantú solo por referimos a algunos

A mediados de los 60s y muy animado por el grabado de Federico Cantú solicito una obra que ostentara
El sello de la Galería , Maternidad con niño fue la obra escogida donde en la palca de cobre se incluyo la cenefa listón con el nombre de la B. Lewin Galleries, Beverly Hills
Esta obra fue impresa en tres versiones , Primer trazo de la cual surgen 20graficas
 La segunda etapa donde aparece la maternidad con mas detalles de achurado y esta que es la tercera y final con la cenefa de la galería



Adolfo Cantú

Cantú Y de Teresa Collection

domingo, 14 de enero de 2018

Fortuna
Federico Cantú
Colección de Arte Cantú Y de Teresa

El arte consiste en permitir la manifestación de un saber ‘que no se sabe’, como aquel escondido en innúmeros objetos acumulados en los estantes de una tienda de antigüedades. Pero ‘para que lo banal revele su secreto, primero tendrá que ser mitologizado’[...] (estos son los) elementos que anuncian la verdadera historia de la sociedad, la vida de una colectividad o el destino de un  individuo o de un pueblo. (WILLEMART. 1998.p. 21)



Sol y leo
Apolo es presentado en el mito, no como el Sol físico real que brilla en el cielo, sino como el portador del Sol, que simboliza algo dentro de nosotros que es el enlace con la inmortalidad. El Sol es la nave de lo eterno, contemplarlo es como mirar una reflexión de lo que podríamos ser sí fuéramos perfectos. El Sol astrológico es equivalente al Apolo mítico, y en este sentido, cada uno de nosotros porta una pequeña chispa de la fuerza vital eterna, del uno, que es perfecto. Que es precisamente en lo que nos transfiguramos cuando establecemos una conexión o somos absorbidos por el juego creativo, experimentando momentáneamente cierto tipo de dicha eterna. Apolo, el resplandeciente hijo de Zeus, es el favorito de los dioses. Su Oráculo en Delfos presentaba la siguiente inscripción en la puerta: "conócete a ti mismo", lo cual es un nuevo signo de la esencia del Leo: el autodescubrimiento. Apolo representa la luz de la conciencia que clarifica la oscuridad. Las gentes acudían a su Oráculo en busca de luz y de respuestas a sus plegarias. De esta forma, los nativos del signo Leo han de arrojar la luz de la conciencia sobre sus pasiones y sus instintos hasta transmutarlos en el oro del que hablaban los alquimistas.
“Casó, pues, Hiperión (El que camina en las alturas) con la gloriosa Eurifaesa (Tea), su hermana, la cual le dio hermosos hijos: Eos (la Aurora), de rosados brazos, Selene (la Luna), de lindas trenzas, y el infatigable Helios (el Sol), parecido a los inmortales. Éste, subido en su carro, alumbra a los mortales y a los inmortales dioses y echa terribles miradas con sus ojos desde el interior del áureo casco; salen de él rayos relucientes que brillan espléndidamente; debajo de sus sienes, las mejillas centelleantes del casco encierran su faz gloriosa que resplandece de lejos; en torno de su cuerpo reluce, al soplo del viento, la hermosa y finamente labrada vestidura y, debajo, los corceles; y por la tarde detiene el carro de áureo yugo y los caballos, y los envía al Océano a través del cielo.” ("Himno al Sol"; Homero).
"De Hiperión se dice que fue el primero en entender, por su diligente atención y observación, el movimiento del sol, la luna y las demás estrellas, así como de las estaciones, que están provocadas por estos cuerpos, y dar a conocer estos hechos a los demás; y por esta razón fue llamado padre de estos cuerpos, pues había engendrado, por así decirlo, la especulación sobre ellos y su naturaleza." (Diodoro Sículo v.67.1.)
Leo es un signo de fuego y fijo. El elemento fuego alude aquí a una desbordante vitalidad, a una infatigable actividad unida a una naturaleza práctica y realizadora. Los nativos de este signo dominan a sus semejantes de forma natural e innata, tienen gran confianza y seguridad en sí mismos y son conscientes de su fuerza y poder. Al ser un signo fijo, sus nativos terminan lo que comienzan, son constantes, perseverantes y no se salen del camino trazado, lo que constituye otra importante razón de su éxito final. Su constancia, unida a la repulsión que sienten por los cambios, suele favorecer en ellos una tendencia conservadora.
Sólo al majestuoso Sol podía corresponderle la regencia de este signo. El astro rey dota a los nativos de Leo de la máxima vitalidad unida al brillo y poder que siempre los acompaña. Tienen un Yo muy fuerte y dominante, que imponen a sus semejantes de manera natural, junto a una clara conciencia de quiénes son y cuál es su destino. Poseen enormes virtudes: amor, nobleza, generosidad, magnanimidad, sinceridad y franqueza; elevados ideales y aspiraciones, así como valor, arrojo, heroísmo, optimismo y confianza en sí mismos. Tienden a ver el lado bueno de la vida y de las personas y perdonan con facilidad. Parecen haber nacido con suerte y tienen más facilidad que otros para acceder al poder, la riqueza o la fama. Junto a las más excelsas virtudes se agrupan los peores defectos, que exteriorizan más cuando no culminan sus ambiciones: orgullo, arrogancia, egocentrismo, prepotencia, altivez, engreimiento, despotismo o tiranía. Quieren que todo gire alrededor de ellos. Suelen ser fanfarrones, exhibicionistas y teatrales, y necesitan su público. Si un Leo es humillado, puede ser un enemigo terrible, que no descansará hasta ver aniquilado a su rival. Físicamente, el signo otorga una constitución atlética, no exenta de atractivo, belleza y aires de dominio o solemnidad.
Otra de estas implicaciones simbólicas del signo de Leo hace referencia a la historia de Parsifal, el joven héroe huérfano de padre que tuvo que asumir la búsqueda de sí mismo a través de la del principio paterno perdido, que se encontraba en el Castillo del Grial. Parsifal fue criado por su madre en un bosque aislado, y fue esta ausencia del padre la que le impulsó a abandonar a su madre, y emprender la búsqueda de sí mismo. Esta rudeza del héroe, visible en su actitud insensible hacia su madre, es típica en muchos Leo, que actúan así muchas veces por imprudencia, ingenuidad y falta de compasión hacia quienes le rodean. Tras este episodio, Parsifal emprende el camino, hasta que por fin se encuentra con el Castillo del Grial. Fue una visión espectacular para los asombrados ojos de Parsifal, quien se quedó sin habla ante el espectáculo que contempló. Incapaz de formular la pregunta adecuada, "¿Quién sirve al Grial?", y debido a la inexperiencia de su juventud, el Castillo se volatilizó, lo que supuso un fracaso en el viaje que había emprendido el héroe.
La vida de Leo suele encerrar la búsqueda arquetípica del padre perdido, ausente o herido física o espiritualmente. De alguna forma, el principio paterno ha resultado insuficiente para que el individuo adquiera un referente en la búsqueda de sí mismo, lo que tarde o temprano impulsa al nativo a abandonar sus orígenes para encontrarlo. Este "padre" puede tener la forma de una pareja, un descubrimiento espiritual o un logro profesional, pero en última instancia, se trata de hallar al "padre perdido". Sin embargo, este padre se encuentra dentro de sí mismo, de ahí que la búsqueda en el exterior suela resultar infructuosa. En la leyenda, el viejo rey del Castillo, incapaz de dejar descendencia, deseaba encontrar a quien le sucediera, y el elegido había sido Parsifal, que no supo estar a la altura del destino que se le ofrecía. En la vida de Leo, como en el cuento, suele suceder también que se le ofrezca un logro de manera temprana, como la visión del Castillo del Grial, para ver cómo desaparece a causa de la irreflexión, el apasionamiento y la falta de compasión (en el cuento, Parsifal no fue capaz de sentir pena por el viejo rey). De esta forma se inicia un nuevo viaje, lleno de obstáculos y aventuras, cuyo objetivo es volver a encontrarse de nuevo con el Grial.
En esta nueva etapa del viaje, Parsifal, se topa con el Caballero Rojo, símbolo del apasionamiento descontrolado (como el León de Nemea en el mito de Hércules), al que debe vencer. De esta forma, el nativo de Leo ha de aprender a sublimar y controlar la pasión instintiva de sí mismo y su confianza excesiva en su orgullo y poder, para acercarse un poco más a su propia esencia. Más tarde, conoce a Blancaflor, una joven afligida por el sufrimiento, con quien Parsifal se inicia en el erotismo y el amor. Sin embargo, el héroe acaba abandonando a la doncella de la misma manera insensible a como abandonó a su madre. Tras este suceso, el héroe tuvo que seguir recorriendo un largo camino de luchas y asperezas, hasta que por fin volvió a encontrarse con el Castillo. En ese momento sí pudo formular la pregunta adecuada, nacida de la compasión, el viejo rey sanó, cedió su trono al nuevo rey y dio comienzo a un nuevo reinado. Fue como si Parsifal hubiese encontrado por fin a su padre y, en consecuencia, se hubiera encontrado a sí mismo.
Leo es el segundo signo de Fuego, después de Aries, y en Leo el potencial elemental ya se ha realizado, pues, mientras Aries dice: "Quiero llegar a ser lo que soy", Leo dice simplemente "Yo soy". Con Leo, que rige el corazón, la estructura básica del individuo se completa. Es en el corazón donde las fuerzas de arriba se mezclan con las de abajo, para que las de abajo se liberen. El color que se le ha asignado tradicionalmente es el dorado. Los nativos de Leo son como el león, el rey de la selva: valientes, iracundos, nobles, dignos y constantes; empero hay también entre los nativos de Leo seres altaneros, orgullosos, infieles y hasta tiranos. Esto puede verse en el hecho de que este signo trata del desarrollo del ego y de la confianza en sí mismo, con una fuerte necesidad de expresarse y de que lo admiren, siendo intransigente en cuanto a su integridad personal. Pero aunque Leo represente el ente completo en cuanto a su estructura básica, sigue estando socialmente incompleto, pues todavía está centrado en sí mismo y en formar un ego sólido. Es como el niño que acaba de lograr algo nuevo y que no es feliz mientras que los adultos que le rodean no se den cuenta. Aunque a lo largo de la historia los seres humanos hayan logrado eso mismo, para el niño el logro es nuevo y fascinante. Esta es la psicología básica del principio leonino.
Leo siente una auténtica fascinación por sí mismo, y quiere que los demás estén igualmente fascinados por él. Esto aparece en la mayoría de los Leo adultos como un deseo de impresionar y una necesidad de reconocimiento personal, y de control del propio destino. El deseo de impresionar implica el anhelo de ser de verdad así, es decir, de ser una persona realmente importante y no solo de parecerlo. Este signo desea ser una fuente de energía, el abastecedor no solamente de sus propios logros sino también de los ajenos. Esto puede presuponer arrogancia, pero si sus necesidades de autoexpresión personal y de ser él mismo están satisfechas, Leo sabe comportarse enérgicamente e imponer respeto.
Cuando Leo consigue lo que necesita, es decir, cuando se le permite ser total, completa y auténticamente él mismo, es uno de los tipos humanos más admirables. Como signo fijo, Leo tiene tendencia a estabilizar la energía de los planetas en él ubicados. De este modo, hace que funcionen de manera constante e inexorable. Sin embargo, a su vez, Leo es un signo de fuego, lo que hace que comunique a su entorno su gran chispa y vitalidad.

Cada cosa que sucede en la astrología nos influencia, ya sea de manera positiva o negativa, pero a fin de cuentas, crea una especie de transformación, de sacudida y de cambio que nos permite ver, entender y comprender el mundo desde una perspectiva mucho más amplia en donde las fuerzas, no solo quedan contenidas en una fuerza única, primigenia y creadora. Con el Sol en su terreno, todo se expande, se transforma y nos hace ver, vivir y sentir las cosas desde un punto mayor en donde las energías, todas aquellas que rigen al mundo se concentran dentro de nosotros para hacernos evolucionar en estos tiempos difíciles. No olvidemos que ahora mismo, muchas cosas a nivel astrológico están sucediendo, por un lado tenemos el tránsito de Marte desde Escorpio, además de ello, tenemos a Venus y a Mercurio en Leo. Así que debemos estar muy atentos, para que durante el tránsito del Sol por su domicilio no se generen temas que nos distraigan de nuestros objetivos. De alguno u otro modo, al final de este tránsito las cosas terminarán por configurar un período altamente positivo para lograr nuestros propósitos.

miércoles, 10 de enero de 2018

Federico Heraclio Cantú Garza
El tríptico de Lord Byron 1928-1929
Colección de Arte Cantú Y de Teresa

Estos tres liensos pintados por Federico Cantú entre los años de 1928 y 1929
Son piezas emblemáticas dentro de la larga carrera pictórica del artista
Si bien su iconografía es de corte sacro y mitológico 
Las obras están vinculadas dentro de una historia en común:
La primer retrospectiva que tuviera de Federico Cantú en su paso por Los Ángeles California 1928-1929



Exposición Park 1929 Federico Cantú

En un breve respiro tomado por Federico Cantú dentro de su larga estancia en Paris 
en el verano de 1928, por fin el joven artista ve la posibilitada de exponer en Los Ángeles California , esta retrospectiva que anticipaba la muestra del entonces ya consagrado José Clemente Orozco en el mismo lugar, mostraría la visión de un artista mexicano recién llegado de Paris.

Ayudado por la critica de Arthur Miller, Edward Doro y José Vasconcelos desde entonces el joven pintor daría mucho de que hablar con sus temas universales. 
La retrospectiva mostraba un centenar de pinturas, esculturas, dibujos y grabados con temas como “Arlequín”, “Los Novios”, “Escenas de celos” , “Centauros” y El Tríptico de Lord Byron ( Madona, Homenaje s Lord Byron, Descanso en la huida a Egipto )

En 1930 Federico Cantú regresaría a Paris donde trabajaría por cuatro años mas para regresar a Mexico en 1934y pintar junto con Roberto Montenegro la obra del Bar Papillon y así iniciar una larga carrera de pintura mural y arte monumental.
Ya encumbrado con la fama lograda en las exposiciones del MOAM, Metropolitan Museum , Philadelphia Museum , Art Club of Chicago, Palacio de las Bellas Artes y un sin numero de muestras mas surge la obsesión de localizar la obra temprana y ayudado por el Doc. McKinley Helm, localiza y recupera en 1950 de la Colección Betty Bher los tres lienzos que Decide bautizar en grupo como “El tríptico de Lord Byron”

Hoy en dia ambas tres obras viajan a destiempo en diferentes exposiciones, sin embargo las tres seguirán juntas formando parte medular de la obra de Federico Cantú dentro de la Colección CYDT

Adolfo Cantú
©Federico Cantú 1989-2018

Federico Cantú
Aniversario Luctuoso
XXIX
29 de Enero 2018

Cadereyta de Jiménez 1907

Ciudad de Mexico 1989

sábado, 6 de enero de 2018



Federico Cantú



Reyes Magos Vitral de la Capilla de los Misioneros Guadalupe
1957-1958


 Cantu dedica gran parte de su labor creativa al
Desarrollo de temas bíblicos , con un toque de mexicanidad
Dentro de la serie de vitrales sacros se encuentra la sección de

La llegada de los Magos para adorar al Mecías