miércoles, 1 de marzo de 2017

Una de las maravillas que tiene el arte
Es que nos muestra a menudo la sensibilidad del artista
Su estado de animo su momento su intimidad
Su pensamiento espontáneo

 La Colección Cantú y de Teresa se ha dado a la tarea de recuperar la memoria histórico artística de muchos de los pintores que dieron identidad a la afamada Escuela Mexicana , sin duda uno de sus máximos exponentes fue Emilio Rosenblueth
Por ello fomentamos todo tipo de curadurías que involucren la obra de este y otros Maestros



Y esta obra es exactamente esto:
Imaginemos a Emilio a la media tarde llega a el atelier que
reciñe monta con Luz Fabila, ambos son cómplices de
esta intimidad expresión y composición
recién degustaron una copa  no sin antes inspeccionar ese rustico
mueble que a manera de aparador presenta objetos de cocina
mesclados con una selección heredada de cualquier  tipo de
piezas sueltas de cristal, y en la mesa hay unas cuantas
naranjas  en el frutero u unos pepinos que seguramente formaran parte de los elementos de una ensalada
esta Naturaleza muerta es un juego sexual  , también es un juego tonal
es un laberinto de sentimientos de dos enamorados
de repente y a pesar de incluir la firma no hay mas tiempo y
la obra se quedara inconclusa , una buena metáfora para la
sorpresiva y triste muerte de Emilio en 1945


Adolfo Cantú

Colección de Arte Cantú Y de Teresa

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