sábado, 23 de mayo de 2020


Los años que vivimos en Paris
Le 2 octobre 1925, Joséphine Baker fait scandale en passant en première partie dans la Revue nègre au Théâtre des Champs-Élysées. Elle marque aussi son temps par sa liberté dans le Paris des années folles.
Es muy difícil no enamorarse de Paris - decía Cantú – Una ciudad suntuosa, plagada de historia y belleza , de moda y pobreza , de hermosas mujeres e inolvidables fiestas.
Así fue el Paris de entre guerras, donde conocí a los mas grandes personajes de la época, una ciudad que vivía en pasado , presente y que trasformaba el futuro de todos nosotros, una metrópoli que lego al mundo gran parte de lo que puede contener el arte mismo de un siglo.
Vivíamos ese tiempo con mucha pasión pero la verdad es que éramos todos aspirantes a morirnos de hambre , hasta el mismo Breton , que fue salvado en plena Guerra por Peggy Guggenheim cunado todos nos trasladamos a vivir a Nueva York a finales de los 30s.
En aquellos años los cafés y bares eran un elemento esencial en la vida de todos nosotros, se formaban grupos de una o varias mesas en las terrazas y ahí pasábamos gran parte del tiempo , pintores, escultores, músicos y poetas además de un sinnúmero de modelos , ahí podíamos tratar la venta de obras antes de pasar al atelier .




Recuerdo dice Cantú- cuando llegue a Francia en 1924 Modigliani ya se había convertido en un mito. Tanto que unos meses antes de salir de México , estábamos algunos pintores en el alcázar del Castillo en Chapultepec, donde nos enfilábamos para saludar a el Presidente Obregón, el nos fue saludando a todos y se paro frente a Diego y le dijo : “oiga Rivera, como lo admiro a usted por haber podido conocer a Modigliani.” Ese recuerdo se me grabo y mas tarde lo reviví, cuando pude admirar por primera ves una serie de obras de Picasso y Modigliani en el atelier que tendríamos en común - Gines Parra y yo en Paris.
Las relaciones culturales entre los pueblos de Europa y America, si bien tuvieron 
su inicio hace ya mas de cinco siglos , es seguro que tendrán un singular auge con el surgimiento de las tres Escuelas mas importantes del siglo XX , principalmente La Escuela Mexicana de Pintura , La Escuela de Paris y la Escuela de Nueva York , todas ellas tendrían la capacidad de aglutinar lo mejor del arte universal y mesclarían su influencia en una especie de multiplicidad cultural teniendo protagonistas influyentes de escuela a escuela.
El legendario Ginés Parra; pintor de origen Español pero tan Parisino como su gran amigo Pablo Picasso ambos dos formaría parte de la Escuela de Paris.
En este entorno favorable y ayudado con el vaivén de estos movimientos culturales fomentados por todos estos grandes maestros ,Ginés decide visitar America con el animo de exponer una selección de sus obras . Él, al igual que muchos de sus contemporáneos verían en America un campo fértil para dar a conocer sus propios estilos.




Para poder llevar acabo una travesía asi en la primera mitad del XX se acostumbraba el viaje en barco , generalmente obligada la estancia en Cuba y de ahí se elegir otra. 
En el acerbo documental de la Colección Cantú Y de Teresa contamos con testimonios 
Y documentos de grandes personajes que refieren a Cuba y a su grupo de intelectuales dentro de este circulo Universal para ejemplo tenemos la visita de Antonin Artaud en 1936 que narra una breve estancia en Cuba antes de instalarse durante un año en Mexico como invitado de Federico Cantú , también esta André Breton no solo en su paso a Mexico sino también en los años e impulsado por Wifredo Lam , la excepción no seria Ginés Parra .
Evidentemente, como lo narra Octavio de la Suaré, uno de los lugares elegidos por Ginés Parra, fue la Ciudad de México ,donde, no solamente expondría, sino que aprovecharía el tiempo trabajando en el atelier de su gran amigo de Montparnasse (1924-1934) Federico Cantú y con su ayuda, lograría desarrollar una serie de obras gráficas que abarcaban la técnica del mono tipo , pintura al oleo y grabado al buril.
como podemos ver, las cartas credenciales, de los pintores de esa época, eran principalmente generadas por amistades, que compartían este vinculo como una gran familia . La carta de Picasso y la de Octavio de la Suaré es hoy, un testimonio mas, de esta costumbre, que presentamos como ahora como testimonio la visita del colega artista.

También de la Suaré, hace referencia de Carmelo González ( Pintor Cubano ) admirador de la gráfica mexicana, donde Cantú es uno de los mas grandes protagonistas.
La carta también incluiría un Exlibris de Carmelo y otro mas de Mario Carreño ( al que frecuento Federico en la época Nueva York 1937-1941)
Por mi parte estoy seguro que el compartir esta documentación, engrandecen nuestra cultura que por siempre ha sido universal, en si el degustar y mostrar documentación es un placer, que sin duda cualquier historiador percibe con el mismo entusiasmo, pero sin duda, esta línea biográfica, se convierte en compromiso histórico cuando la grandeza de personajes legendarios no esta aun hoy debidamente catalogada .
Adolfo Cantú
Colección de Arte Cantú Y de Teresa.

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