jueves, 14 de julio de 2022

 Surrealism

 




 

 

Les Années folles commencent en 1920 et se terminent en 1929 avec le début de la Grande Dépression.

À Paris, pendant la Première Guerre mondiale, la population n'a pas perdul'art de s'amuser. On fit la fête au début pour se moquer de l'ennemi et se donner du courage : il allait prendre une belle raclée qui laverait l'affrontde 1870 et ferait oublier la honte de l'affaire Dreyfus pour l'arméefrançaise disait-on. On poursuivit la fête ensuite, pour distraire les permissionnaires. Puis, quand trop d'horreurs eurent enlevé aux « poilus » l'envie de rire, la fête continua pour se consoler.



Après la fin du conflit, une génération nouvelle rêve d'un monde nouveau et proclame « Plus jamais ça ! ». On s'empresse de lui proposer de nouvelles griseries sur fond de musique. Venu d'Amérique avec les Alliés, le jazz fait son apparition mais également la danse, la radio et les sports, les industries avec les électroménagers etc, sur fond de très forte croissance économique...

 

L'utopie positiviste du xixe siècle et son crédo progressiste font place à un individualisme déchaîné et extravagant. André Gide et Marcel Proust donnent le ton littéraire de cette tendance qui s'exacerbe et croît avec le mouvement dada dont Tristan Tzara publie le manifeste. Le surréalismed'André Breton n'est pas loin. L'Art nouveau foisonnant, fauché par la guerre, cède la place aux épures précieuses de l'Art déco.




Durant les Années folles, Montparnasse et Montmartre sont sans contesteles lieux de Paris les plus célèbres et les plus fréquentés, abritant sesprestigieux cafés tel la Coupole, le Dôme, la Rotonde et la Closerie des Lilas ou les salons comme celui de Gertrude Stein rue de Fleurus.

Montmartre, tout d'abord, constitue l'un des centres majeurs de ces lieuxde rencontre entre ces intellectuels. Le quartier présente un aspect de modernité avec l'existence de trompettistes comme Arthur Briggs qui se produit à l'Abbaye. Mais pour l'écrivain américain Henry Miller commebeaucoup d'autres étrangers d'ailleurs, le carrefour Vavin-Raspail-Montparnasse est selon ses propres mots « le nombril du monde ». Il y estd'ailleurs venu écrire sa série des Tropiques.

À Paris, c'est plus précisément la rive gauche de la Seine qui estprincipalement concernée par les arts et les lettres, et tout cela se confirmedurant les années 1920. En témoignent d'ailleurs la forte concentration de créateurs qui se sont installés au sein de la capitale française et qui occupent les places du cabaret Le Bœuf sur le toit ou les grandesbrasseries de Montparnasse. Les écrivains américains de la « Générationperdue », à savoir notamment Scott Fitzgerald, Henry Miller et Ernest Hemingway, y côtoient les exilés qui ont fui les dictaturesméditerranéennes et balkaniques. Il y a enfin les peintres qui forment ceque l'on appellera par la suite « l'École de Paris »


 


 

Colección Cantú Y de Teresa

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El surrealismo o superrealismo es un concepto que proviene del francés surréalisme. Se trata de un movimiento literario y artístico que busca trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario y lo irracional.

Este movimiento artístico y literario de vanguardia fue fundado en 1924 por André Breton, que consistió en la expresión del subconsciente por medio de la literatura, la pintura, la escultura, la fotografía y el cine.

El dadaísmo (que se opuso a la razón positivista y se rebeló contra las convenciones literarias burguesas) es el antecedente inmediato del surrealismo, cuyo primer manifiesto fue firmado por el poeta y crítico literario francés André Breton en 1924.

Los surrealistas persiguen la verdad mediante escrituras automáticas donde se omiten las correcciones racionales. Los escritos surrealistas se basan en la utilización de imágenes para la expresión de emociones.






El término surrealismo fue acuñado por Guillaume Apollinaire en 1917, cuando lo utilizó en el marco del programa que escribió para el musical “Parade”. Con el correr de los años, la noción experimentó diversos cambios y alteraciones.

A partir de 1925, a raíz del estallido de la Guerra del Rif, el surrealismo se politiza; se producen entonces los primeros contactos con los comunistas, que culminarían ese mismo año con la adhesión al Partido Comunista por parte de Breton.

Entre 1925 y 1930 aparece un nuevo periódico titulado El Surrealismo al servicio de la Revolución en cuyo primer número Louis Aragón, Buñuel, Dalí, Paul Éluard, Max Ernst, Yves Tanguy y Tristan Tzara, entre otros, se declaran partidarios de Breton. Por su parte Jean Arp y Miró, aunque no compartían la decisión política tomada por Breton, continuaban participando con interés en las exposiciones surrealistas. Poco después se incorporaron Magritte (1930), Masson (1931), Giacometti y Brauner en 1933 y también Matta (que conoce a Breton en 1937 por mediación de Dalí) y Lam; el movimiento se hizo internacional apareciendo grupos surrealistas en los Estados Unidos, Dinamarca, Londres, Checoslovaquia y Japón. Desde este momento, se abrirá una disputa, a menudo agria, entre aquellos surrealistas que conciben el surrealismo como un movimiento puramente artístico, rechazando la supeditación al comunismo, y los que acompañan a Breton en su giro a la izquierda. 





En 1929 Breton publica el Segundo Manifiesto Surrealista, en el que condena entre otros intelectuales a los artistas Masson y Francis Picabia. En 1936 expulsa a Dalí por querer mantenerse neutral frente a la politización del movimiento y no condenar el nazismo alemán, y a Paul Éluard. En 1938 Breton firma en México junto con León Trotski y Diego Rivera el Manifiesto por un Arte Revolucionario Independiente.

 


 

automatismo, hacia 1923-1924, poco después de conocer a Breton. Hacia 1929 las abandonó para volver a un estilo cubista. Por su parte, Dalí utilizaba más la fijación de imágenes tomadas de los sueños, según Breton, «...abusando de ellas y poniendo en peligro la credibilidad del surrealismo...»; inventó lo que él mismo llamó método paranoico-crítico, una mezcla entre la técnica de observación de Leonardo da Vinci, por medio de la cual, observando una pared se podía ver cómo surgían formas10 y técnicas de frottage; fruto de esta técnica son las obras en las que se ven dos imágenes en una sola configuración. Óscar Domínguez inventó la decalcomanía (aplicar gouache negro sobre un papel el cual se coloca encima de otra hoja sobre la que se ejerce una ligera presión, luego se despegan antes de que se sequen). Además de las técnicas ya mencionadas de la decalcomanía y el frottage, los surrealistas desarrollaron otros procedimientos que incluyen igualmente el azar: el raspado, el fumage y la distribución de arena sobre el lienzo encolado




Miró fue para Breton el más surrealista de todos, por su automatismo psíquico puro. Su surrealismo se desenvuelve entre las primeras obras donde explora sus sueños y fantasías infantiles (El Campo labrado), las obras donde el automatismo es predominante (Nacimiento del mundo) y las obras en que desarrolla su lenguaje de signos y formas biomorfas (Personaje lanzando una piedra). Arp combina las técnicas de automatismo y las oníricas en la misma obra desarrollando una iconografía de formas orgánicas que se ha dado en llamar escultura biomórfica, en la que se trata de representar lo orgánico como principio formativo de la realidad

El surrealismo penetró la actividad de muchos artistas europeos y americanos en distintas épocas. Pablo Picasso se alió con el movimiento surrealista en 1925; Breton declaraba este acercamiento de Picasso calificándolo de «...surrealista dentro del cubismo...». Se consideran surrealistas las obras del período Dinard (1928-1930), en que Picasso combina lo monstruoso y lo sublime en la composición de figuras medio máquinas medio monstruos de aspecto gigantesco y a veces terrorífico. Esta monumentalidad surrealista de Picasso puede ponerse en paralelo con la de Henry Moore y en la poesía y el teatro con la de Fernando Arrabal.




En 1938 tuvo lugar en París la Exposición Internacional del Surrealismo que marcó el apogeo de este movimiento antes de la guerra. Participaron entre otros, Marcel Duchamp, Jean Arp, Dalí, Max Ernst, Masson, Man Ray, Óscar Domínguez y Meret Oppenheim. La exposición ofreció al público sobre todo una excelente muestra de lo que el surrealismo había producido en la fabricación de objetos.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, los surrealistas se dispersan, algunos de ellos (Dalí, Breton, Ernst, Masson) abandonan París y se trasladan a los Estados Unidos, donde siembran el germen para los futuros movimientos americanos de posguerra (expresionismo abstracto y Arte Pop).

 

 



En España el surrealismo aparece en torno a los años 1920, no en su vertiente puramente vanguardista, sino mezclado con acentos simbolistas y de la pintura popular. Además de Joan Miró y Salvador Dalí, el surrealismo español lo componen Maruja Mallo, Gregorio Prieto, José Moreno Villa, Benjamín Palencia y José Caballero, además de los neocubistas que se pasan al surrealismo (Alberto Sánchez, Manuel Ángeles Ortiz y Ángel Ferrant).

En Latinoamérica se consideran surrealistas, además de los ya citados Roberto Matta (Chile) y Lam, a Remedios Varo y Leonora Carrington (ambas inmigrantes europeas posteriormente nacionalizadas mexicanas).

 


 

La que es considerada como la primera exposición surrealista en Latinoamérica se llevó a cabo en Lima, Perú en 1935 por iniciativa de los poetas y pintores surrealistas peruanos César Moro y Emilio Adolfo Westphalen.12 Posteriormente en México, en enero de 1940, el mismo César Moro con André Breton y Wolfgang Paalen logran presentar en la Galería de Arte Mexicano una selección de cuarenta obras tanto de representantes del movimiento surrealista como de americanos cuyo trabajo tenía afinidad con el movimiento.[cita requerida]. Existe un debate sobre si la obra de Frida Kahlo pertenece a la corriente surrealista. Breton consideraba a México la esencia del surrealismo e interpretaba sus obras como surrealistas, si bien la propia Kahlo decía claramente "Yo no pinto sueños... pinto mi realidad"





La Exposición Internacional de Surrealismo es una exposición de artistas surrealistas celebrada desde17 de enero a 24 de febrero de 1938en la Galería de Bellas Artes Georges Wildenstein , 140, rue du Faubourg-Saint-Honoré en París , Francia

La exposición internacional está organizada por André Breton , cerebro y teórico de los surrealistas, y Paul Éluard , el poeta más famoso del movimiento. El catálogo cita, con los que le preceden, Marcel Duchamp , como iniciador y árbitro (para apaciguar los conflictos en parte feroces principalmente entre Breton y Éluard), Salvador Dalí y Max Ernst , como asesores técnicos, Man Ray , como diseñador de iluminación en chef y Wolfgang. Paalen como responsable del diseño de la entrada y el salón principal con “agua y follaje” . 





La inauguración está marcada por una actuación de Hélène Vanel que realiza un baile salvaje.

Antes de su primera exposición colectiva de Noviembre de 1925, que tiene lugar en la galería Pierre Loeb de París, los artistas surrealistas han expuesto previamente sus obras en exposiciones individuales. La exposición colectiva presenta obras de Giorgio De Chirico , Jean Arp , Max Ernst , Paul Klee , Man Ray , André Masson , Joan Miró , Pablo Picasso y Pierre Roy . Otra exposición conjunta siguió en 1928 en la galería parisina Au Sacre du Printemps bajo el título Le Surréalisme, est-il? . Participan Max Ernst, André Masson, Joan Miró, Francis Picabia e Yves Tanguy .

Nació en Piatra Neamţ. Se estableció con su familia en Viena durante varios años. Estudió en la Academia de Bellas Artes de Bucarest (1919-1921) y en la escuela privada de pintura de H. Igiroşeanu. En 1925 llevó a cabo su primer viaje a París, del que regresó en 1927. En el período 1928-1931 contribuyó a la revista Unu (una publicación periódica de vanguardia con tendencias dadaístas y surrelistas), que publicó reproducciones de la mayor parte de sus cuadros y obras gráficas.

 


 

En 1930 se estableció en París, donde conoció a Constantin Brancusi, quien le instruyó en los métodos de la fotografía artística. En esta misma época se convirtió en amigo del poeta rumano Benjamin Fondane y conoció a Yves Tanguy, quien más tarde le introdujo en el círculo de los surrealistas. En 1931 pintó un autorretrato con un ojo tuerto, un tema premonitorio.

En 1933, André Breton escribiría el texto para el catálogo de la primera exposición individual de Brauner en París, en la Galerie Pierre. Posteriormente fue incluido en la exposición surrealista de Tenerife, organizada por Óscar Domínguez en 1935, año en que Brauner regresó a Bucarest. Allí se unió a las filas del Partido Comunista Rumano durante un breve período, sin una convicción muy firme.




 

En 1938 regresó a Francia. El 28 de agosto perdió su ojo izquierdo al mediar en una violenta discusión entre Óscar Domínguez y Esteban Francés. Brauner intentó proteger a Esteban y fue golpeado por un cristal lanzado por Domínguez: la premonición se había hecho realidad. Ese mismo año conoció a Jaqueline Abraham, que se convirtió en su esposa.

Su ambiente familiar estuvo marcado por el espiritismo y el ocultismo, actividades que influenciaron la vida y la creatividad del pintor siempre atraido por los temas tabú y esotéricos. Brauner utilizó en su obra, de forma eventual, la numerología, el tarot, las referencias alquímicas y la piedra filosofal hexaédrica, no solamente como simples referencias sino como elementos integrales importantes de sus obras. En su adolescencia estudió en una escuela evangélica de Braila, donde descubrió su predilección por la zoología y la pintura. Mas tarde entró en la Academia de Bellas Artes de Bucarest abandonando pronto los estudios para dedicarse a diseñar decorados como el que hizo en 1924 para la obra Salomé de Oscar Wilde. Aquel mismo año, juntamente con el poeta Ilarie Voronca, fundó la revista dadaista 75 HP, de la que se publicó únicamente el primer número, realizando un manifiesto que denominaron pictopoesia, buen indicador de que su tendencia al surrealismo empezó pronto. También fue co-realizador de los primeros números, del 2 al 9, de la revista Punct, definida como una revista de arte constructivista internacional. Entre 1925 y 1926 realizó su primer viaje a París donde colaboró con la revista Integral



A principios de la década de 1930, Brauner tuvo una especie de obsesión ocular, realizando numerosas obras, tanto pinturas como dibujos, donde representaba el ojo en todos los estados y formas, incluyendo un autoretrato del año 1931 de pequeño formato, actualmente en el Centro Georges Pompidou de París, donde se representaba con el ojo izquierdo enucleado, como si se licuificara, cuadro que incluso actualmente, continúa impactando al observador especialmente por la fuerza expresiva de la mirada.

 


No se debe llamar nunca a la mala suerte, ya que, como decía el escritor Michel Simon, a fuerza de contar o representar cosas horribles, éstas acaban por suceder.

En el año 1938, siete años después de realizar el escalofriante autorretrato como monoftalmo, en una pelea entre pintores en Montparnasse, perdió el ojo izquierdo totalmente destrozado por trozos de cristal. La desgracia sucedió en el taller de Oscar Dominguez, quien borracho y furioso lanzó un vaso contra Esteban Frances que tuvo el reflejo de apartarse, con la mala fortuna que impactó en el rostro de Victor Brauner. Conducido de urgencia al hospital Hôtel-Dieu, fue atendido por el oculista de guardia, el conocido Dr. Louis Guillaumat, el cual solamente pudo constatar lo irremediable, decidiendo enuclear los restos del ojo traumatizado.

La repercusión en los surrealistas que tuvo la premonición de Brauner plasmada pictóricamente años antes que sucedieran los hechos fue enorme, escribiéndose artículos y trabajos con las interpretaciones más variadas, especialmente en la revista Minotaure que dirigía Andre Breton.

Gradualmente, Brauner fue aceptando que la pérdida de su ojo era cosa del destino. Comentando el hecho, el mismo artista dijo en referencia al cuadro premonitorio que consideraba autobiográfico: «Quise hacer un retrato minúsculo de mi mismo delante de un espejoQuité un ojo. Y bien, es este ojo el que me han quitado, la herida era idéntica».

En el año 1939, Mabille escribió en la revista Minotaure su famoso artículo Loeil du peintre, donde entre otras cosas decía: «El hombre que conocí antes del accidente, era inseguro, tímido, pesimista y desmoralizado. Ahora, se ha liberado. Expresa su pensamiento con claridad y autoridad. Trabaja con fuerza renovada y está cerca de conseguir sus objetivos».

Las obras de Victor Brauner posteriores al accidente, presentan unas composiciones fuertes, a veces con simbolismos alquimistas y connotaciones psicológicas. El ojo cíclope, frontal y abierto, se convirtió en un elemento dominante en sus obras, pudiendo interpretarse tanto como un motivo simbólico como autobiográfico.

Después de romper con el surrealismo en 1948, Brauner desarrolló aún más su personal estilo muy relacionado con el arte primitivo y las ciencias esotéricas hasta su muerte en 1966. De su propia boca son estas palabras de 1962: «Mi pintura es autobiográfica, cuenta la historia de mi vida. Y mi vida es ejemplar porque es universal».




 

A partir de 1948 inició sus meditaciones sobre la naturaleza, que dominaron su obra hasta su muerte. Su pintura, de innegable calidad plástica, excede en ocasiones del dominio de lo pictórico, convirtiéndose entonces en un procedimiento psicoanalítico, en el que el autor es el propio objeto de representación y en el que se busca el arquetipo que sobrevive a la metamorfosis a través del primitivismo y del lenguaje del mundo de las ciencias ocultas. Así ocurre en el grupo autobiográfico de los Victor Victorios, Victor Victorach, Victor Victorel. 

Sus últimos trabajos muestran la influencia de Roberto Matta y del arte precolombino y se articulan como crudas imágenes arañadas sobre la superficie de la pintura. Con la disolución del grupo surrealista su obra cayó en el olvido, a pesar de la promoción realizada por Michael Tapié durante los años 50; pero en la siguiente década su trabajo se revalorizó. En 1966 su obra fue seleccionada para representar a Francia en la Bienal de Venecia, junto con Raysse, Schneider y Martin, entre otros.

 

Abandonó París durante la invasion

 de Francia por la Alemania nazi en 1940, junto con Pierre Mabille. Vivió durante un tiempo en Perpignan , en casa de Robert Rius, luego en Cant-Blage, en los Pirineos Orientales y en Saint Feliu d'Amont, donde fue recluido por la fuerza. Sin embargo, se mantuvo en contacto con los surrealistas que se habían refugiado en Marsella . En 1941 se le concedió el permiso para establecerse en Marsella. Gravemente enfermo, fue hospitalizado en la clínica "Paradis".

Pintó Preludio a una civilización en 1954, ahora en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York . La pintura es encáustica sobre masonita .  Después de la guerra, participó en la Bienal de Venecia y viajó a Italia .

 



 

En 1959 se instala en un estudio en el número 72 de la rue Lepic, en Montmartre .  En 1961, viajó de nuevo a Italia. Ese mismo año, la Bodley Gallery de la ciudad de Nueva York montó una exposición individual del trabajo de Brauner. Se instaló en Varengeville en Normandía , donde pasó la mayor parte del tiempo trabajando.

En 1965, creó un conjunto de pinturas-objeto, agrupadas bajo los títulos Mythologie y Fêtes des mères . Estas pinturas fueron realizadas en Varengeville y en Athanor en 1964, donde Brauner se retiró. Su último cuadro, La fin et le debut (realizado en 1965), nos recuerda que "cuando termina la vida del pintor, su obra empieza a vivir". 

En 1966, fue elegido para representar a Francia en la Bienal de Venecia , donde se le dedicó una sala entera. [6]

Murió en París a consecuencia de una prolongada enfermedad. El epitafio de su tumba del cementerio de Montmartre es una frase de sus cuadernos: "Peindre, c'est la vie, la vraie vie, ma vie" ("La pintura es la vida, la vida real, mi vida").

Los cuadernos del pintor con notas privadas, que entregó a Max Pol Fouchet, encierran en parte la "clave" de su creación: "Cada cuadro que hago se proyecta desde las fuentes más profundas de mi angustia ..."

La tumba de Brauner en el Cementerio de Montmartre

Abandonó París durante la invasión alemana de Francia de 1940, junto con Pierre Malbille. Vivió durante un tiempo en Perpiñán, en casa de Robert Rius, luego en Cant-Blage, en los Pirineos Orientales y en Saint Feliu d'Amont, donde quedó recluido forzosamente.

En 1959, estableció el taller en la calle Lepic. En 1961 viajó de nuevo a Italia. Ese mismo año, la Galería Bodley de Nueva York montó una exposición individual de la obra de Brauner. Se estableció en Varengeville en Normandía, donde pasó la mayor parte de su tiempo trabajando.

Murió en París como resultado de una larga enfermedad. El epitafio de su tumba en el cementerio de Montmartre es una frase de su cuaderno de notas: «Peindre, c'est la vie, la vraie vie, ma vie» («Pintar es la vida, la verdadera vida, mi vida»).


 

Retrato en "Vertumnus" (Verano) del emperador Rodolfo II realizado por Giuseppe Arcimboldo. Todos los frutos y flores representados en el cuadro eran propios de la estación del verano en el siglo XVI. Algunos surrealistas vieron en él a un precursor



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